Jesús sintió compasión de
ellos, pues, estaban como ovejas que no tiene pastor.
Cuando era joven trabajaba
en una granja de cerdos. Crean me, este
trabajo era una maloliente manera para ganar dinero! Cuando me preguntan porque decidiste ser un
sacerdote, yo les digo que porque yo
olía tan mal que no podía encontrar una novia!
Un verano los dueños de la
granja decidieron comprar un rebano de ovejas.
Nosotros no sabíamos mucho sobre ovejas, pero aprendimos muy pronto.
No me tomo mucho tiempo aprender
que cuando las ovejas necesitaban estar solas, sin la ayuda del pastor, ellas
no eran muy inteligentes. Ellas
caminaban a un estanque para beber agua.
Pero antes de que se dieran cuenta, ya estaban atascadas en el lodo. Las ovejas permanecían en ese lugar por
muchas horas hasta que uno de los trabajadores les ayudaban. También, aunque ellos tenían mucha hierba
dentro de su corral, ellas comían la hierba a fuera de la valla. Cuando estaban comiendo la hierba de afuera,
sus cuellos se quedaban atascados en la valla.
Finalmente, las ovejas no podían entender a que animal tenían que
seguir. Siempre, seguían el
caballo. Pero, al caballo no le gustan
las ovejas. Entonces, cuando las ovejas
estaban muy cerca del caballo, el caballo las pateaba.
Yo entendí muy rápido que
sin su propio pastor, las ovejas tenían muchos problemas.
En el evangelio de hoy, Jesús
está un poquito cansado y el necesita tiempo solo. El decide usar un barco para salir fuera y
estar lejos de toda la gente. Pero, la
gente espera a Jesús y ellos pueden encontrar a Jesús. Cuando Jesús ve a la gente, el no se
molesta. Más bien, él siente compasión
de ellos, pues, están como ovejas que no tiene pastor.
Tal vez, si somos honestos,
a veces también nosotros somos como ovejas sin pastor.
Sin un pastor, nosotros
tenemos adicciones.
Sin un pastor, tememos
problemas en los matrimonios.
Sin un pastor, seguimos el
líder equivocado.
Sin un pastor, no entendemos
que es la verdad.
Sin un pastor, todos
cometemos errores. Todos hemos
pecado. Me incluyo en este grupo. Es doloroso.
Es difícil. Es triste. Pero, en el evangelio de hoy, hay
esperanza.
Jesús tiene compasión por
las ovejas sin un pastor. Solamente,
nosotros necesitamos aceptar a Jesús como nuestro pastor.
Podemos seguir a Jesús, y
nuestros matrimonios pueden ser renovados.
Podemos seguir a Jesús, y
nuestras vidas pueden ser nuevas.
Podemos seguir a Jesús, y
nosotros podemos recibir curación de adicciones, sufrimiento, y dolor.
Podemos seguir a Jesús, y Jesús va a guiarnos en la verdad.
Pero, tenemos que tomar la
decisión. Y, gracias a Dios, porque
podemos tomar esta decisión.
Soy un miembro de una
comunidad llamada Glenmary Home
Missioners. Nosotros somos misioneros en
los Estados Unidos, en el sur, sureste, y en Appalachia. En estos lugares, la gente casi nunca tiene
la oportunidad para conocer al buen pastor.
Ellos son ovejas sin pastor. En
estos lugares, todavía hoy, no hay una presencia de católicos—no hay misa, no
hay los sacramentos. También, estos
lugares tienen mucha pobreza, mala educación y mal cuidado de la salud. Pero, por casi setenta y cinco años, los
misioneros de Glenmary han servido estos lugares: ellos traen el evangelio del
buen pastor.
En Septiembre, voy a empezar
mi primera asignación en nuestras misiones en Tennessee. Esta es una de las más nuevas en
Glenmary. Imagínense, en solamente ocho
meses, hay cientos de personas que están recibiendo los sacramentos de la
fe. Ahora, celebran la misa en una
tienda porque ellos no tienen una iglesia.
Pero, posiblemente, en el futuro, ellos pueden construir una iglesia.
Entonces, humildemente,
quiero suplicarles para que ustedes puedan apoyar nuestra misión. Por favor, recen por nosotros. Posiblemente, consideren si tienen una
vocación con los Glenmary. Finalmente,
si pueden, ayudarnos económicamente.
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