Cuando era un
niño, vi y observé a mi papá todo el tiempo.
En las mañanas, cuando el bostezaba, yo también bostezaba. Cuando el bebía su café, yo bebí mi
jugo. Cuando él comía su avena, yo comía
mi cereal. Todo el tiempo, fijaba la
mirada en el. En la tarde cuando nosotros estábamos trabajando juntos, también,
observaba a mi papá. Cuando el
apilaba la leña, yo también la apilaba en la misma manera. Para mí, cuando era un niño, había algo muy
especial sobre mi papa. Él era
diferente. Y yo quería ser como el.
En la primera
lectura hoy, Moisés le pide a la gente cumplir los mandatos del Señor. Si ellos cumplen los mandatos y decretos del
Señor, ellos van a tener vida y podrán recibir todas las bendiciones del
Señor. Pero lo que es aun más importante,
los vecinos del pueblo de Moisés los estaban observando. Y, si el pueblo de Moisés cumplen los mandatos
del Señor, los vecinos podían decir: el pueblo del Señor es un pueblo sabio e
inteligente. Ellos tienen un Dios que es
amoroso y compasivo. Ellos son un pueblo
especial y diferente.
Yo llegué en
Maynardville y Rutledge hace pocos días.
Y me he dado cuenta que la gente me ha
estado observando. Y pienso que
ellos se estaban preguntando: quien es este hombre? Y por qué está llevando un alza cuello? Él es un sacerdote? Por qué esta aquí? Pero yo
pienso que las personas que me han observado, también, los están observando a
ustedes. Se han dado cuenta de que ustedes
se reúnen en una tienda. Y también se
han dado cuenta de que todos los fines de semana hay mas personas se reúnen en
estas últimas semanas. Y que piensan
ellos? Yo pienso que ellos dicen: los
católicos son diferentes. Ellos tienen
algo especial.
Hace pocos años,
trabajé en una prisión en Kentucky. Este
fue un ministerio muy especial para mí.
Porque los prisioneros tenían mucha fe.
Ellos cantaban todas las canciones con mucha fuerza. Ellos eran muy hospitalarios con nosotros. Y ellos nunca se perdían la misa. Ellos me inspiraban mucho. Porque la comunidad tenían mucha hospitalidad
y energía, ellos llamaban la atención de otras personas: personas que no eran
católicas, e incluso un musulmán.
Después de pocas semanas, le pregunté al musulmán: por qué continuas
asistiendo a la misa? Él me dijo:
ustedes católicos son diferentes. Hay
algo especial sobre ustedes.
Cuando la gente
observa nuestro grupo de católicos, que observan? Pienso que la gente dice: esta es una comunidad especial. Ellos son diferentes. Porque ellos pueden ver las cosas milagrosas que
han ocurrido:
Extranjeros son recibidos
Los hambrientos son
alimentados
Los desnudos son vestidos
Los perdidos son encontrados
Los fieles se reúnen
El pueblo se alegra
Hay algo especial aquí
Hay algo diferente
Y los católicos son diferentes. Porque nosotros tenemos una fe
que pueden transformarnos mas que cualquier religión o institución. Porque nosotros tenemos algo diferente:
Tenemos una historia de dos
mil anos
Tenemos una promesa de
Cristo a Pedro para guiar su iglesia
Tenemos una promesa del Espíritu
Santo para protegernos
Tenemos una promesa en la eucaristía
para nunca estar solos
Nosotros somos
diferentes. Y si vivimos nuestra fe, la
gente se sentirá atraídos por nosotros.
Pero nosotros tenemos una
decisión. Necesitamos vivir la vida de
fe. Jesús quiere transformarnos;
solamente necesitamos tomar la decisión.
Y yo estoy feliz, porque ya observé
que ustedes están viviendo la fe. Y me
siento honrado porque puedo servirles a ustedes. Me encanta mucho que puedo trabajar con el
Padre Esteban, Hermano Craig, Hermano José, y Godfrey. Le agradezco a Dios porque tengo mi primera
asignación aquí en Tennessee. Espero
observar más milagros de Dios aquí en estas comunidades.
Vamos a recordar que: la
otra gente está observándonos. Nosotros
somos diferentes. Somos especiales. Y por esto, damos honor y gloria a Dios.
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