Ojala que todo el pueblo de Dios fuera profeta.
¿Crees en el amor a primera vista? A mi me gusta a ver los jóvenes que se
enamoraron a primera vista. Cuando el
muchacho se encuentra a la muchacha por
primera vez, él no puede hacer nada. Él
no se puede mover, él no puede respirar, él no puede hablar. Él no puede hacer nada. La muchacha quiere saber el nombre del
muchacho, pero él no puede recodar su nombre.
Finalmente, cuando él esta con sus amigos, él dice: hay yai yai, ella es
mi amor verdadero. Mi corazón esta en
sus manos. Desde este momento, mi vida
ha cambiado. Nunca será el mismo.
Pero, nosotros sabemos que estos sentimientos van a
cambiar. No es posible el mantener sentimientos
como estos toda la vida. Sí, es verdad
que el corazón puede cambiar por siempre, pero a menudo los sentimientos
cambian. Eso es necesario para que, durante
toda la vida pueda reanimar los sentimientos, y también, la relación.
Pienso que es lo mismo en nuestra relación con
Jesucristo. En el principio, en el
bautismo, nuestros corazones han cambiados.
Jesús vive en nuestros corazones.
Y porque Jesús vive en nuestros corazones, nosotros estamos llamados a ser
profetas, como Jesús. Pero, después del
bautismo, cuando nosotros tenemos más años, nuestra relación con Jesús calma
mucho. Los sentimientos salen. Y en este momento es muy difícil para ser
profetas de Jesús. En esos momentos
nosotros salimos de la iglesia, tenemos problemas en nuestras familias, y
hacemos cosas malas. Entonces,
necesitamos reanimar los sentimientos, y también, la relación con Jesús.
En la primera lectura de hoy, dos hombres con Moisés
reciben el espíritu. Y ellos pueden
hacer cosas milagrosas. Lleno de
alegría, Moisés dice: Ojala que todo el pueblo de Dios fuera profeta. Y hoy, a nosotros, Jesús nos dice lo mismo:
Ojala que todo el pueblo de Dios fuera profeta.
¿Y porqué nosotros estamos esperando?
Porque nosotros no aceptamos la llamada de Jesús, la llamada de nuestro
bautismo, para ser profetas? Yo pienso
que ahora es el mejor tiempo, el tiempo perfecto, para reanimar nuestra
relación con Jesús, y para ser profetas.
Jorge es un profeta de Jesús. Él trabaja
mucho durante la semana. Y su
trabajo es muy duro y le cuesta mucho.
Pero todos los fines de semana trae a su familia a la iglesia. Él sabe que para ser un hombre, para ser machísimo,
debe ser un profeta de Jesús. Y un
profeta de Jesús trae su familia a la iglesia, porque también su familia
necesita a Jesús. Él es un profeta de Jesús.
Ojala que todo el pueblo de Dios fuera profeta.
Sasha es un profeta de Jesús. Después de que ella ha recibido su
confirmación, ella empieza a servir a las personas en su comunidad. Ella trabaja mucho en sus clases en la
escuela, y también ella todavía estudia su fe.
Ella sabe que es muy importante seguir estudiando matemáticas como lo es
el estudio de la fe. Y ella casi nunca
se pierde la misa, porque ella necesita a Jesús en su vida durante este tiempo
difícil y complicado. Ella es un profeta
de Jesús.
Ojala que todo el pueblo de Dios fuera profeta.
Y Javier e Isabela son profetas de Jesús. Ellos están casados por muchos años. Ellos han experimentado muchas cosas
difíciles en sus vidas.
Pero, todo el tiempo, ellos regresan a Jesús y a la iglesia por
apoyo. Ellos comparten sus historias y
experiencias en la fe con sus amigos que no van a misa. Y ellos los invitan a venir a la misa. También, ellos proporcionan comida a otras
familias que no tienen suficiente comida para sus familias. Ellos son profetas de Jesús.
Ojala que todo el pueblo de Dios fuera profeta.
Pienso que todos aquí quieren ser profetas de Jesús. Pero a veces pensamos que no hay suficiente
tiempo, o somos tan malas personas para servir Jesús, o tenemos temores para
servir, o tenemos otras distracciones en nuestras vidas. Pero Jesús nos llama ser profetas. Y necesitamos tomar la decisión. Y ahora es un buen tiempo para reanimar
nuestra relación con Jesús. Ahora es un
buen tiempo para ser profetas.
No comments:
Post a Comment