Tengo una llave aquí.
Y esta llave es muy especial. ¿Que
piensas: que puedo abrir con esta llave? ¿Mi casa? ¿Mi coche? ¿Tu coche?
¿Esta iglesia? ¿Que piensas? Es
un misterio. Esta llave puede abrir una
puerta de alguna cosa, pero no sé cual cosa.
Pero ahora, voy a vender esta llave.
Y si quieres comprar la, puedes
usar esta llave para abrir lo que abre.
¿Cuánto quieren gastar ustedes? ¿Cuánto quieren dar? Cien dólares?
Quinientos dólares? Mil dólares? Cuanto
pueden gastar? Cuanto quieren gastar?
Y si te dijera que esta llave no es una llave de mi
coche, ni de mi casa, ni de tu casa, ni de ninguna cosa material. Pero es una llave del cielo. Y con esta llave, ustedes pueden entrar al cielo
y permanecer y vivir con Dios por toda la eternidad.
Ahora, cuanto pueden gastar? Cuanto quieren dar por esta llave? Diez mil dólares? Cincuenta mil dólares? ¿Y si les costara su vida entera? ¿Ustedes quisieran pagar?
Yo pienso que para obtener esta llave, para entrar al
cielo con Dios, cuesta toda nuestra vida, y
más que eso.
En el evangelio de hoy un hombre rico viene a Jesús y
le pregunta:
¿Qué
debo hacer para alcanzar la vida eterna?
Jesús le responde que para alcanzar la vida eterna una persona necesita
vivir con los mandamientos del Señor. Y
el hombre rico esta muy feliz, porque él vivía una vida buena, todo el tiempo él
observaba los mandamientos del Señor.
Pero Jesús le dice al hombre: tu vida es buena. Pero, usted necesita hacer una cosa más: Ve y
vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y después, ven y sígueme. Y el hombre se queda triste, porque este sacrificio
él no lo puede hacer. Este sacrificio es demasiado. Aquí, Jesús esta diciendo: para entrar a la
vida eterna, cuesta toda nuestra vida.
Para entrar a la vida eterna, nosotros necesitamos sacrificar todo lo
que tenemos.
Por lo tanto, la vida cristiana es muy difícil. Es difícil porque es una vida de
sacrificio. Pero, en general, nuestras
vidas son vidas de sacrificio. Nosotros
cuidamos a los niños todos los días.
Nosotros trabajamos en el campo por muchas horas cada día. Nosotros intentemos amar nuestras familias y
esposas todos los días y nos cuesta mucho.
Nosotros estamos separados de nuestras familias allá y es muy duro y es
un gran sacrificio. En general, nuestras
vidas son vidas de sacrificio.
Y ahora, aun más, en el evangelio, Jesús nos dice que
necesitamos sacrificar más: para entra la vida eterna con Jesús, necesitamos
trabajar mucho en el campo, cuidar a los niños, amar nuestras familias, y también, necesitamos dar todas nuestras
vidas a Jesús.
De vez en cuando, parece que Dios nos pide demasiado y
no es posible vivir este tipo de vida.
La llave al cielo, de vez en cuando, parece que cuesta demasiado. ¿Y que vamos hacer?
Cuando yo tenía once años mis padres se divorciaron. Fue un tiempo muy difícil en mi vida, y en la
vida de toda mi familia. Especialmente, fue un tiempo muy difícil para mi
mamá. Después del divorcio mi mamá, mis
hermanos y yo fuimos a Minnesota para empezar una vida nueva. Mi papá se quedó en Ohio. Entonces, mi mamá necesitaba cuidar a los
niños, trabajar para tener suficiente dinero para la mesa, y vivir una vida
soltera y con vergüenza porque ella estaba divorciada. Para mi mamá, fue una
vida con mucho sacrificio y fue muy duro.
También, mi mamá estaba enojada con Dios porque ella seguía Jesús. Pero todavía, ella estuvo divorciada. Ella no
quería sacrificarse más. Porque ella no
podía entender por qué Dios permitió estas cosas difíciles en su vida.
Pero, una noche cuando ella estaba orando, ella se dio
cuenta de algo: Jesús dio su vida para todos como un sacrificio, ella necesitaba hacer lo mismo. Pero ella no podía hacer este sacrificio
sola. Solamente con la ayuda de Jesús,
ella podría dar su vida como un sacrificio.
Todos los que están aquí intentan vivir una vida con
Dios. En nuestros corazones quieren
seguir a Jesús. Pero, casi todo el
tiempo nosotros no podemos seguir a Jesús.
Hacemos cosas malas, cometemos pecados, e ignoramos Dios. Nosotros fallamos en nuestra vida de fe. Porque es un gran sacrifico y es muy difícil
para vivirlo. Y nosotros solos no
podemos vivir esta vida de fe.
Pero, pienso que Dios nos entiende. Y Dios nos cuida mucho. Porque Dios sabe que nadie es perfecto. Lo que es importante en nuestra vida de fe es
que intentemos vivir con Jesús. Y Jesús
da el perdón a nuestros pecados en el sacramento, y el da
la gracia que es necesaria para vivir esta vida de fe. Si es correcto, Jesús requiere que nosotros
demos nuestras vidas enteras para entrar al cielo y vivir con Jesús por
siempre. Pero Jesús nunca nos saca. Todo el tiempo, Jesús nos ayuda para vivir la
vida de fe, la vida de sacrificio.
Hay una llave aquí de vida eterna. Nunca necesitas pagar por esta llave. Cuesta demasiado y requiere nuestras vidas
enteras. Pero, gracias a Dios. Porque Jesús pago por todo. Jesús pago con su vida y por eso, nosotros
podemos vivir con Jesús para siempre. Solamente necesitan tomar la llave y tratar
de vivir una vida con Jesús. Esta llave
es para todo nosotros.
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