Monday, April 7, 2014

Mi homila de ayer: Lagrimas de Cristo--The Tears of Christ


Jesús se puso a llorar.
 

En muchas culturas no es normal para un hombre llorar.  A veces cunado parecemos que un hombre esta llorando, él nos dice: yo no estoy llorando.  Yo tengo un insecto en el ojo. 


Yo recuerdo cuando estaba en middle school los muchachos eran muy malos.  Cuando un muchacho era triste por cualquier razón ellos le burlaban: “él tiene lágrimas en sus ojos.  Ohhh que lastima, él necesita su mama.  Él es una muchacha.”


Era muy difícil para el muchacho que sintió triste.  No importa si su abuela murió o su mama tiene cáncer.  Por una razón los muchachos no debían llorar.   Y si ellos lloran, ellos no son muchachos reales. 
 

Yo recuerdo, también, cuando yo estaba hablando con un hombre de África, él me dijo: “yo tengo cuarenta anos y en toda mi vida yo nunca he llorado.”  Yo pensaba a mi mismo: tú estás vivo o no? 


En muchas culturas no es normal para un hombre llorar.

 
Pero las escrituras hoy dicen una cosa diferente sobre Jesús: Jesús lloraba durante su vida, y sus lágrimas tenían poder. 



En el evangelio Jesús escuchaba a Marta y María que su amigo, Lázaro, esta enfermo e iba a morir.  Jesús empezaba a ir a su amigo, pero, antes de ha llegado, Lázaro murió.  Cuando María le declaró a Jesús que Lázaro murió, Jesús se puso a llorar.  Él estaba triste.  Él tenía compasión a los demás y especialmente, él entendió el sufrimiento a los demos.  Y es lo mismo hoy con nosotros:

 

Cuando nosotros tenemos desilusiones en la vida, Jesús llora con nosotros.  El entiende nuestro sufrimiento.

 

Cuando nosotros extrañamos mucho a nuestra familia que está en otros países o lugares, Jesús llora con nosotros.  El entiende nuestro sufrimiento. 

 

Cuando tenemos muchas esperanzas en la vida y no podemos realizar nuestros deseos, Jesús llora con nosotros.  El entiende nuestro sufrimiento.


Y cuando tenemos mal cosas en la vida y no entendemos la razón, Jesús llora con nosotros.  El entiende nuestro sufrimiento.
 

Cualquier cosa que nos molesta mucho Jesús puede entender.  Y el camina con nosotros, él llora con nosotros, y él tiene mucha compasión para nosotros.        


Pero las escrituras hoy tenemos otra promesa para nosotros.  Los sufrimientos, las lágrimas, las malas cosas, la muerte, y la maldad no tienen la última palabra.  Jesús tiene la última palabra porque él es la palabra de dios, y él es la resurrección y la vida.  Él que cree en Jesús, aunque haya muerto, vivirá. 

 

Este era la realidad con Lázaro.  El amigo de Jesús estaba muerto.  Lázaro estaba en la tumba.  Pero Jesús dijo a Lázaro: Sal de ahí!! Y Jesús resucitó a Lázaro de los muertos.  

 

Entonces si tenemos cosas como la historia de Lázaro en nuestras vidas, Jesús es la resurrección y la vida, y él va a ayudarnos. 

 


Nosotros sabemos que hay historias en nuestras vidas de milagros que nosotros no podemos entender excepto a través los ojos de fe.  Los ojos que creen que Jesús es la resurrección y la vida.

 

Yo sé una historia sobre una familia.  Y la mama iba a tener una bebe.  Pero los doctores dijeron que la bebe va a tener problemas malos, y posiblamente el no va a vivir.  Pero la mama dijo “NO”.  Ella lloraba mucho, ella oraba mucho, ella recibió el sacramento de los enfermos.  Y con Jesús, quien es la resurrección y la vida, su bebe vivió.  No tenía problemas.  Los doctores no lo entendieron.  Pero nosotros sabemos la razón.  Es un milagro como la historia de Lázaro.  Es un milagro de fe. 

 

Entonces, aquí en esta misa, Jesús nos dice:

 

Tienen ustedes muchas tristezas en su vida: salgan de ahí, ven y vivirán.

 

Tienen ustedes muchas desilusiones en su vida: salgan de ahí, ven y vivirán.   

 

Tienen ustedes muchas preocupaciones: salgan de ahí, ven y vivirán. 

 

Tienen ustedes muchos problemas en su vida: salgan de ahí, ven, y vivirán.

 

Jesús es la resurrección y la vida.  El que cree en Jesús, aunque haya muerto, vivirá.  Como Lázaro y la bebe de la mujer, nosotros vamos a vivir por siempre.  Entonces:

 

Vamos juntos, vamos a vivir con Jesús. 

No comments:

Post a Comment