Muchas gracias por esta oportunidad para hablar con ustedes y compartir
la palabra y algunas cosas de mi servicio y trabajo en la iglesia Católica.
Yo he sido un sacerdote por solamente dos anos. Posiblemente yo soy un Padre joven!! Pero en este tiempo, yo he tenido muchas
experiencias con los hispanos. En el
área donde yo hago mi trabajo como sacerdote hay dos comunidades de los
hispanos. Los dos grupos son diferentes:
con diferente trabajo, familias, y lugares de nacimiento. Pero yo he visto una cosa en común de los dos
grupos. Los dos grupos, y posiblemente
todos los hispanos, les gusta comer!!
Claro que si todo de ellos les gusta comer. La comida es parte de la cultura. Ellos le gustan fiestas, fiestas, y fiestas,
y cada fiesta tiene mucha comida:
Hay pozole, menudo, carne asada, pollo a la parilla, tómales,
chicharrones, sopa de pollo, enchiladas, y quesadillas. Hay guacamole, pico de gallo, salsa, y chilis.
Y siempre hay suficiente tortillas y
arroz. Si es la verdad, parte de la vida
de los hispanos es comer. Y gracias a
dios, porque a mi me gusta comer también, especialmente la comida
mexicana. Mi comida favorita es los tómales!!
Pero yo di un cuenta algo de mi trabajo con los hispanos: ellos les
gustan comer, pero siempre, en dos o tres horas después de comiendo, ellos tendría
hambre. Es la realidad. Comemos, pero después, nosotros vamos a tener
hambre. No hay comida que satisface
suficiente.
Este domingo nosotros celebremos la fiesta del cuerpo y la sangre del señor. Este es uno de las fiestas más importantes en
la iglesia. Es una fiesta sobre
comida. Pero esta comida es diferente. No es sobre comida física. Es sobre comida
espiritual. Es una comida que
aliméntanos para siempre. Es una comida
que cuando nosotros comemos, no vamos a tener más hambre. Vamos a tener vida eterna. Es una comida que satisface nuestras almas,
corazones, y vidas.
En la palabra de dios hoy, nosotros escuchamos a las palabras de
Jesús. Él dice que su cuerpo y su sangre
es comida real. Y cuando una persona
come de esa comida, no va a tener hambre.
No va a morir. Va a vivir para
siempre. Entonces, cuando nosotros
comemos de esa comida, la eucaristía,
dios va a vivir a dentro de nuestros corazones.
Él va a vivir en nuestras almas.
Es un regalo muy grande y precioso para nosotros.
Pero hay un problema. Desafortunadamente,
mucha gente no cree en esta comida.
Mucha gente no quiere comer de esa comida. Y mucha gente no sabe ni conoce que esa
comida es Jesús. Él quiere darnos esa
comida, pero mucha gente no quiere aceptar su regalo. Es muy triste.
La pregunta para nosotros es muy
simple: creemos
nosotros en la eucaristía? ¿Creemos que en
la misa que el pan y el vino transforman para ser el cuerpo y la sangre de
Jesús. Y si nosotros creemos en esta
realidad, tengamos que vivir nuestras vidas alrededor a Jesús y su
iglesia. Tengamos que compartir ese
milagro a todo el mundo, también. Porque
hay mucha gente que tiene hambre espiritual, y ellos necesitan esa comida de dios.
Yo soy un misionero que trabaja aquí en los estados unidos. Mi comunidad llamada Glenmary Home
Missioners. Somos misioneros aquí en los
estados unidos. Nosotros vamos a partes
muy rurales y pobres donde la mayoridad de la gente no cree en la eucaristía. Mucho de la gente no conoce la iglesia
católica, ni los padres, ni la misa, ni la eucaristía. En estas áreas, antes el trabajo de mi
comunidad, la gente tiene un gran hambre espiritual, pero no tiene la cosas que
puede satisfacerlo. No tiene la
eucaristía ni todos los sacramentos.
Entonces, mi comunidad, Glenmary, va a estas áreas para compartir el
evangelio con la gente. Pero más
importante, compartimos el milagro del cuerpo y la sangre de Jesús con la
gente. Y estos milagros, entre el
espíritu santo, cambian las vidas de la gente.
Empezamos con una invitación a la gente del área. Reunimos para la misa en una casa de uno de
los católicos en el área, o en una tienda.
Porque nosotros no tenemos un templo.
Y después, nosotros trabajamos con la gente en el área e invitamos la
gente para aprender mas sobre de la iglesia católica.
A veces, hay muchos hispanos que regresan a la iglesia católica. También, hay mucha gente que se conviertan
para ser católica. Por ejemplo, nosotros
tuvimos doce personas que se convirtieron para ser católicos en este ano
pasado. Era un milagro.
Y después de más tiempo, nosotros tenemos procesiones de fe, tenemos
fiestas de la virgen de Guadalupe. Y
tenemos un templo también para adorar y alabar a dios. Y la eucaristía es la cosa más importante
para la gente.
Si ustedes creemos en la eucaristía, y si Jesús es importante en su
vida, imagínese una situación donde no hay iglesia católica, no hay una misa,
no hay la eucaristía. Este es la situación
en las áreas donde yo trabajo.
Entonces, si ustedes pueden ayudarnos con nuestra misión, sería muy especial
para nosotros. Por favor, recen por nosotros. Y si pueden ustedes, comparten dinero con
nuestro grupo. Vamos a tener una colecta
para mi grupo durante esta misa.
La fiesta del cuerpo y sangre de cristo es un momento cuando nosotros
podemos reflexionar en la importancia de la eucaristía en nuestras vidas. Pero hay muchas personas que no saben ni
conocen Jesús en la eucaristía. Por
favor, ayude nuestra comunidad para compartir ese regalo a las personas.
Gracias. Dios les bendiga ahora y siempre.
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